Campeón Liga Marplatense de Fútbol 2006


Notas publicadas por el Diario La Capital


UNION CAMPEON 60 AÑOS DESPUES

por Raúl Ramírez

Seguramente la gran mayoría de los simpatizantes de Unión, flamante campeón de la Liga Marplatense de Fútbol, desconocían este detalle histórico: este título en la categoría máxima del fútbol local llega a la entidad de la calle 9 de Julio sesenta años -sí 60- después de su primer y único campeonato, allá por 1946.
Por eso esta conquista de los muchachos que dirige técnicamente José Pintado alcanza una dimensión especial para los albicelestes que, si bien fueron campeones en torneos de ascenso, en tiempos de la Primera B, nunca habían alcanzado el halago en la división superior después de aquel lejano 1946.
Nacido a principios de los años 20, como sus vecinos Independiente y Quilmes, Unión tuvo en aquella campaña de hace 60 años la satisfacción de que varios de sus jugadores formaran en el plantel de la Liga que participó en el cuadrangular final del Campeonato Argentino en Paraná, como lo fueron Jorge Blanch y Oscar Adolfo Reynoso y en la fase clasificatoria también el "wing" izquierdo Manuel "Chula" Alfonso.
La mayoría de aquellos viejos campeones ya no están entre nosotros, pero vale y corresponde su mención. El plantel base estuvo integrado por Jorge Paterlini y Castagbolli, arqueros; Aniceto Jabbif, Mario Montuan, H.Alfonso, Carlos Levis, zagueros; Helmer Uranga -el recordado periodista que fue hombre de LA CAPITAL-, Adolfo Reynoso, José Logoluso, a quien suelo ver por las calles de la ciudad, medios o volantes; Jorge Blanch, Héctor Miguel, Raúl Pierini, Ricardo Gigli, Hermino Hernández, Faig y Manuel Alfonso, delanteros.
Con seguridad los viejos hinchas de Unión -en aquel 1946 adolescentes y hoy de "la tercera edad"- recibirán como un "volver a vivir" el recordar nombres que, en su mayoría, hicieron historia en el club.
Los números de esta extraordinaria campaña de Unión 2006 -que los muchachos del diario reflejaron en los últimos días- hacen recordar a aquella de Al Ver Verás, campeón invicto de Primera B en 1961, con 80 goles a favor y 23 en contra en 22 partidos. Los muchachos de José Pintado sumaron 23 victorias en 25 partidos, con un empate y una derrota y nada menos, para estos tiempos, con 77 goles a favor y tan sólo 15 en contra.
Seguramente desde allá... donde estén, los viejos hinchas de Unión agradecerán esta alegría a los pibes de hoy.


Un campeón de primera

por Sebastián Arana

Hay dos lecturas posibles para el campañón que consagró a Unión como campeón del fútbol marplatense de primera división, el primero que se corona automáticamente tras ganar el Apertura y el Clausura, sin necesidad de una final de temporada, desde que la Liga decidió reunir a todos sus clubes afiliados en una sola categoría.
Una de ellas le hace justicia no sólo a Unión, si no también a San José -su rival más importante-, a Aldosivi, a Cadetes, a Peñarol...En definitiva, a todos los que asumieron el torneo con pretensiones competitivas.
El elenco de José Pintado acaso haya sido el mejor campeón de los últimos años. Jugó 25 partidos, ganó 23, empató uno y perdió el restante. Convirtió 77 goles y le marcaron sólo quince. Los números son demoledores.
Pero no alcanzan a dimensionar la calidad del fútbol de Unión. Ni su buen gusto, su sencillez, su vocación ofensiva, su convicción para jugar y tocar por abajo. Ni la personalidad para asumir las realmente pocas situaciones apremiantes que sufrió durante el año.
El equipo de la calle 9 de Julio jugó realmente bien. Lo hizo, en gran parte del torneo, con un sólo mediocampista de contención, Germán Tempone, y con laterales con pista libre para pasar al ataque. Una rareza para los tiempos que corren. Y la ratificación de que todavía queda lugar para la audacia.
Lo de Unión puede parecer excluyente. Pero el año de San José fue excelente. Estuvo permanentemente arriba y, en condiciones normales, su campaña le hubiera valido un título: 17 triunfos, 6 empates y sólo dos derrotas con 59 goles a favor y 21 en contra. Tuvo en jaque al campeón en los dos partidos finales. Hasta podría decirse que, tácticamente, jugó en el terreno que quiso una buena parte de esos cotejos decisivos. Fue el rival ideal para terminar de jerarquizar la consagración de los de la calle 9 de Julio.
Pero hubo más. Peñarol, con un muy buen plantel para el medio, Aldosivi, con los jóvenes que intenta promocionar, y Cadetes, con sus pibes y una línea de juego igual desde su división más pequeña hasta el equipo que da pelea en el Argentino B, produjeron actuaciones muy interesantes y, cuando enfrentaron mano a mano a los dos finalistas, no estuvieron lejos. Un dato significativo: salvo Peñarol, todos estos equipos repitieron bases de años anteriores. Nada es casual.
La final del Clausura entre Unión y San José salió un partidazo. Pero no fue una rareza. Hubo varios cotejos de buen nivel. Eso sí: casi todos ellos se jugaron en las canchas realmente aptas que tiene la Liga.
Conviene, por otro lado, no olvidar que los dominadores de la temporada tuvieron una línea de juego adentro de la cancha. E ideas claras fuera de ella. Una tendencia saludable.
Pero hay una segunda lectura. Que tal vez no les haga tanta justicia a los que intentan competir con seriedad. Pero que encaja perfectamente. Unión, San José y varios de los que estuvieron arriba engrosaron sus números y multiplicaron sus triunfos a favor de la disparidad cada vez más marcada entre los que juegan para ganar y los que simplemente participan como pueden. Fueron muchos los partidos sin equivalencias. Y son cada vez más los que empiezan a sentir la necesidad -en principio, los propios protagonistas de nuestro fútbol- de una reforma al sistema de categoría única para tener campeonatos más competitivos. Por más que está claro que un torneo de primera mejor no es la solución, ni mucho menos, de los problemas del fútbol marplatense. Pero promover una competencia superior no puede traer más que efectos positivos.
Pese a esta disparidad y a la endémica poca concurrencia de público, el balance de este año, no obstante, deja aspectos muy rescatables. Puede hablarse de proyectos sin caer en el verso. Unión fue un campeón distinto, el mejor de los últimos años. San José le disputó ese privilegio palmo a palmo. Hubo varios que intentaron seguirles el tren sin pasar papelones. Este año en Mar del Plata, en definitiva, se ha jugado mejor. Y es la más feliz noticia de mucho tiempo a esta parte.


LA FINAL


Unión, el campeón de todo

Pegó en el momento justo en una gran final, una de las mejores de los últimos tiempos. Resistió veinte minutos con un jugador menos y, en la jugada siguiente a la expulsión de Ledesma, convirtió el segundo. A partir de allí, el partido quedó a la medida de su contraataque y justificó el 4-2 final. Desde que la Liga unificó todas las categorías, es la primera vez que un equipo gana el Apertura y el Clausura de primera división.

por Sebastián Arana


Tuvo la contundencia digna de un gran campeón. Unión hizo la diferencia sobre San José en una muy buena final en cuatro minutos y tres jugadas. El aprovechamiento integral de una coyuntura favorable lo hizo pasar de dominado a claro dominador en un abrir y cerrar de ojos. Y, por supuesto, la calidad individual de algunos de sus jugadores para no dejar pasar el tren.
El equipo de José Pintado se impuso en la final del Clausura por 4-2 a un San José que hizo el gasto en buena parte del partido con sus argumentos de siempre, pero que tuvo distracciones defensivas que habitualmente no comete. Ante un rival de la capacidad individual de Unión, las pagó muy caras.
El elenco de la calle 9 de Julio, de este modo, se adjudicó no sólo este certamen, sino que se coronó campeón de la temporada automáticamente porque ya se había consagrado en el Apertura ante el mismo rival. Así cerró una campaña impresionante: 25 partidos, 23 ganados, 1 empate y 1 derrota, con 77 goles a favor y 15 en contra.
Los goles y la cantidad de oportunidades hicieron de esta final distinta a la del Apertura. Pero, en lo táctico, no hubo diferencias. San José volvió a "primerear" con su agresiva presión en campo rival y obligó a Unión, de movida, a dividir el balón más de la cuenta. Y el equipo de Pintado reaccionó en los momentos en los que el "pressing" aflojó y pudo manejar la pelota.
De los de Damián García fue la mitad inicial del primer tiempo. San José jugó más cerca de Villar que Unión de Arduini. Julio Banegas se perdió la apertura al minuto con un violento derechazo desviado y, a los 18', apuró y le quitó un balón a Martín Palmero y terminó la jugada con un pase al medio de Insaurralde, quien remató débil y a las manos de Villar.
Después de un susto provocado por un remate de Germán Tempone que Cavallotti rechazó en la línea del área chica, llegó a los 24' la merecida apertura del marcador. Y fue un verdadero golazo. De contra, en velocidad, de área a área, sin que el rival toque el balón, combinaron Cavallotti, Torres, Banegas e Insaurralde. El "9" desbordó por izquierda y envió un centro pasado con el revés del pie derecho. Gabriel Di Meglio, tirándose en plancha, lo conectó de derecha en el segundo palo y le cambió la trayectoria de la pelota a Villar.
Uno a cero.
Pero Unión reaccionó enseguida. Y San José se dejó sorprender por un pelotazo frontal. Lo metió Palmero, falló Mécoli y Martín Cuevas quedó cara a cara con Arduini. Lo eludió con un "enganche" y definió con el arco vacío. Apenas habían pasado cuatro minutos de la apertura.
El equipo de Damián García acusó el impacto. Por fin, Unión, en los minutos finales del primer tiempo, logró quitarle la pelota. No la manejó con la precisión de otras tardes. Pero se las ingenió para llegar un par de llegadas antes del descanso. En la más clara, a los 44', Arduini le sacó el segundo a Collantes con una atajada formidable.
San José regresó al complemento con la intención de volver a imponer lo del comienzo y de abrir bien la cancha. A los 2' Banegas provocó una infracción de Fortunato contra un lateral y el defensor de Unión se fue expulsado por doble amonestación.
Pintado acomodó la defensa retrasando a Tempone, pero Unión cedió el control del medio. Así San José lo fue llevando contra su arco y tuvo una serie de oportunidades clarísimas. A los 3' Cavallotti desvió un tiro de esquina de Torres y encontró una buena respuesta de Villar. Cinco minutos más tarde, Insaurralde no pudo conectar un desborde de Banegas. A los 12', tras otro córner, Ledesma cabeceó a las manos de Villar y seis más tarde, en una jugada similar, Di Meglio cabeceó arrojándose en "palomita" y su remate se fue desviado por milímetros.
Parecía que estaba al caer el gol "santo". Pero apareció el imprevisto y en cuatro minutos Unión vio el cielo. A los 22' se fue expulsado Ledesma por doble amonestación. Tras la discusión, Palmero ejecutó el tiro libre buscando el segundo palo, Diego Fioriti giró hacia afuera con un defensor a su espalda para quedar libre y le "rompió" el arco a Arduini con una impresionante volea de derecha. Golazo y 2-1 inesperado.
Pero hubo más. A los 26', con San José totalmente adelantado, Palmero rechazó desde el fondo, Giordano falló en su intento de despejar y Martín Cuevas se fue "derechito" hacia Arduini y lo superó con un toque alto de derecha. Fueron cuatro minutos y tres jugadas. Unión las aprovechó todas, se subió al tren y enfiló "derechito" hacia el título.
El amor propio de San José, no obstante, le puso vibración a un partido que parecía definido. Así se hizo un trámite de ida y vuelta porque había espacios para el temible contraataque de Unión.
La Rocca descontó de penal a los 38' tras una dudosa falta de Fioriti a él mismo. Pero cuando su equipo iba por el milagro, volvió a fallar atrás. A los 42' Mécoli, en una situación apremiante, intentó salir jugando de atrás con una "pisada". El "Mago" Fernández le robó el balón y le sirvió el cuarto a Damboriana, quien definió en dos tiempos, tras aprovechar el rebote de una gran tapada de Arduini.
Fue el desahogo y el moño para una gran final y una campaña brillante. Unión, durante el año, dominó a todos. Cuando San José, con su agresividad, con su oficio, puso esa hegemonía en entredicho en las dos finales, sacó a relucir su capacidad individual. La de Villar para atajar en la final del Apertura; la de Cuevas y compañía para definir en la del Clausura. Y las individualidades, en definitiva, hacen al gran equipo. Unión lo fue. Su título es más que merecido.

La síntesis


Unión 4
M.Villar (6); M.Aguirre (5), Martín Palmero (7), R.Fortunato (5) y J.Ceverio (6); E.Alioto (5), G.Tempone (6) y D.Fioriti (7); G.Fernández (5); M.Cuevas (8) y J.Collantes (5). DT: José Pintado.


San José 2
P.Arduini (6); L.Merlos (5), P.Giordano (4) y H.Mécoli (4); G.Di Meglio (6), J.Luque (6), M.Ledesma (7) y M.Cavallotti (6); P.Torres (5); F.Insaurralde (6) y J.Banegas (7). DT: Damián García.


Goles: en el primer tiempo, 24' G.Di Meglio y 28' M.Cuevas; en el segundo tiempo, 23' D.Fioriti, 26' M.Cuevas, 38' S.La Rocca, de penal, y 42' P.Damboriana.
Cambios: en el segundo tiempo, 27' S.La Rocca por M.Cavallotti, 30' J.M.Vuoso por P.Torres, 36' F.Ramírez por L.Merlos, 40' P.Damboriana por D.Fioriti y 48' M.Ferrara por M.Aguirre.
Incidencias: en el segundo tiempo, 2' expulsado R.Fortunato, 22' expulsado M.Ledesma y 45' expulsado J.Banegas.
Cancha: Kimberley (buena).
Arbitro: Sergio Mella (6).

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